domingo, 18 de enero de 2009

Citas célebres

Aristóteles:


La amistad es un alma que habita en dos cuerpos; un corazón que habita en dos almas.
El ignorante afirma, el sabio duda y reflexiona.
El sabio no dice todo lo que piensa, pero siempre piensa todo lo que dice.
La esperanza es el sueño del hombre despierto.
No basta decir solamente la verdad, mas conviene mostrar la causa de la falsedad.

No basta decir solamente la verdad, mas conviene mostrar la causa de la falsedad.

Considero más valiente al que conquista sus deseos que al que conquista a sus enemigos, ya que la victoria más dura es la victoria sobre uno mismo.

Cualquiera puede enfadarse, eso es algo muy sencillo. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo.


Lo que con mucho trabajo se adquiere, más se ama.

La inteligencia consiste no sólo en el conocimiento, sino también en la destreza de aplicar los conocimientos en la práctica.


Algunos creen que para ser amigos basta con querer, como si para estar sano bastara con desear la salud.


William Shakespeare:



Los amigos que tienes y cuya amistad ya has puesto a prueba / engánchalos a tu alma con ganchos de acero.

Duda que sean fuego las estrellas, duda que el sol se mueva, duda que la verdad sea mentira, pero no dudes jamás de que te amo.

Si no recuerdas la más ligera locura en que el amor te hizo caer, no has amado.


El amor consuela como el resplandor del sol después de la lluvia.

El sabio no se sienta para lamentarse, sino que se pone alegremente a su tarea de reparar el daño hecho.
No tratéis de guiar al que pretende elegir por sí su propio camino.

¡Oh amor poderoso¡ Que a veces hace de una bestia un hombre, y otras, de un hombre una bestia.


En la amistad y en el amor se es más feliz con la ignorancia que con el saber.

No temáis a la grandeza; algunos nacen grandes, algunos logran grandeza, a algunos la grandeza les es impuesta y a otros la grandeza les queda grande.

Es mejor ser rey de tu silencio que esclavo de tus palabras.


Miguel de Cervantes Saavedra:



Encomiéndate a Dios de todo corazón, que muchas veces suele llover sus misericordias en el tiempo que están más secas las esperanzas.


¿Qué locura o qué desatino me lleva a contar las ajenas faltas, teniendo tanto que decir de las mías?


La senda de la virtud es muy estrecha y el camino del vicio, ancho y espacioso.


Amor y deseo son dos cosas diferentes; que no todo lo que se ama se desea, ni todo lo que se desea se ama.

El que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se pasa.


La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierran la tierra y el mar: por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida.

La verdad adelgaza y no quiebra, y siempre anda sobre la mentira como el aceite sobre el agua.

Esta que llaman por ahí Fortuna es una mujer borracha y antojadiza, y sobre todo, ciega, y así no ve lo que hace, ni sabe a quien derriba.


Puede haber amor sin celos, pero no sin temores.
El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho.

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