jueves, 7 de mayo de 2009



El mar:


El mar. La mar.
El mar. ¡Sólo la mar! ¿Por qué me trajiste, padre, a la ciudad? ¿Por qué me desenterraste del mar? En sueños la marejada me tira del corazón;
se lo quisiera llevar. Padre, ¿por qué me trajiste acá? Gimiendo por ver el mar, un marineritoen tierra iza al aire este lamento: ¡Ay mi blusa marinera; siempre me la inflaba el viento al divisar la escollera!


(Rafael Alberti)

No hay comentarios: